La Plenitud del Ser

Aceptando los cambios

La vida cambia, cambian las estaciones, cambia la noche en día, cambia el clima, cambian los gustos, cambiamos con los años, de trabajo, de casa, de coche, de sueños, cambiamos por dentro, por fuera… todo es cambio, un cambio permanente.

He vivido cambios pequeños, medianos y grandes. He sentido mi cuerpo cambiar. Ha cambiado mi forma de respirar, de sentir, de pensar, de vivir. Desde que vine a la vida todo han sido cambios, cambios y espero que continúen habiendo cambios. Cambiamos. Todos cambiamos, todo a nuestro alrededor cambia. Sin embargo muchas veces nos empeñamos en que todo siga igual, aferrándonos a lo que vivimos.

Hoy miraba por la ventana el amanecer y todo estaba cubierto con una espesa niebla que impedía ver el paisaje. El sol comenzó a despuntar y la niebla se resistia a despejar, poco a poco fue desvelando todo cuanto ocultaba, lo hizo muy despacio, sin prisa. Apenas dejaba ver lo velado, solo se podía intuir lo que ocultaba. La luz fue creciendo progresivamente y la niebla empezó a dar su brazo a torcer y comenzó a disolverse en la luz. Ahora unas 4 horas más tarde aun quedan restos de una bruma perezosa que no desea el cambio y que me recuerda que todo en la vida se va desvelando poco a poco.

Vivimos tiempos de cambios. Cuando me topo con ellos prefiero no resistirme, aceptarlos es avanzar, resistir ya no es una opción para mi.

Cuando me encuentro ante un cambio me pregunto: ¿qué es lo peor que puede pasar si lo acepto? La respuesta que siento es: Nada.

Perder el miedo al cambio es un acto de confianza, es saber que lo único que puede pasar es que no me guste y me planteé volver a cambiar.

Los cambios son formas de experimentarme en toda mi capacidad creativa, reaprender a vivir el momento presente. Me recuerdan que nada es para siempre en este planeta.

Solo hay una cosa que no ha cambiado ni cambiará… mi esencia.

¡¡¡Que cada cambio saque de ti lo mejor!!!

Senaiangel-de-fuego

Deja un comentario